fondo

domingo, 2 de septiembre de 2007

Wolvuuf

"Fui reclutado por un gran mago, que vio en mi grandes facultades para la magia. Los años pasaron en la academia de magia, rápidos, fugaces. Mientras, yo adquiría conocimientos. No sabia que varios años mas tarde, mi maestro me sometería a una poderosa prueba

Llegó un día, en que mi maestro hizo acto de presencia en la gran biblioteca de la academia, se me acercó y atravesó mi mente sin yo poder hacer nada. Sonó en mi cabeza una palabra suya. Una solamente. "Sigueme". Obviamente, le seguí. Atravesó la biblioteca, y se encaro a una pared desnuda, que nunca había atraído mi atención. Tras un breve gesto con la mano, la pared comenzó a brillar tenuemente, y mi maestro la atravesó. Le seguí.

Nos teletransportamos a su santuario. Una sala desconocida para mi, y por lo que creo, para la inmensa mayoría de los seres que pueblan este mundo.
Todo estaba dispuesto, preparado para realizar algún tipo de rito, o conjuro. Lenta, muy lentamente, sus palabras llegaron a mis oídos.

"El conjuro que pretendo realizar, me permitirá estar presente en todos y cada uno de los planos al mismo tiempo, Y controlaré cada uno de mis cuerpos en los distintos planos desde este. Pretendo fusionar todas las conciencias que se crean en una sola, dejando los cuerpos intactos para que esta los controle, para ello, preciso de tu ayuda."

Realizamos el ritual... pero algo salio mal

Diversos rayos de magia salieron de la esfera de energía pura que había creado mi maestro a su alrededor

Sobrecogido por la cantidad de poder que se palpaba en el ambiente, casi no fui consciente de los 3 rayos que impactaron en mi pecho.

Después, sobrevinieron las tinieblas y mi mente se anego de oscuridad

Cuando desperté, aun aturdido, pude ver el resultado del conjuro. Mi maestro estaba esparcido por todas partes. Sus fluidos corporales y sus restos mortales estaban desperdigados por toda la sala

de repente note como perdía el control de mi cuerpo, me volvía a hundir en las sombras, pero esta vez no perdí el conocimiento es mas, fui perfectamente consciente de que otra consciencia se estaba haciendo con el control de mi cuerpo fui incapaz de detenerla.

Perdí el control de mi cuerpo, pero quien ahora lo controlaba no era mas fuerte que yo, y a la menor oportunidad, me hice de nuevo con el control estaba exhausto, casi no podía mantenerme consciente, cuando de nuevo, volví a perder el control.

Pero esta vez, fue diferente. Quien ocupo mi lugar no combatía contra mi. Controlaba mi cuerpo, pero no me arrinconaba en una oscuridad total. Era plenamente consciente de todo lo que hacia

Desde entonces y hasta la fecha, mi cuerpo posee 3 consciencias. Y nunca ninguna se ha alzado sobre las otras.

Me costó 3 semanas salir del santuario. 3 semanas eternas, en las que me costó acostumbrarme a mis otras 2 consciencias. Por suerte, encontré un amigo en aquel lugar. Un sombrero

Dotado de inteligencia, y cierto poder, estableció contacto conmigo, ya que visto el panorama, prefería una asociación simbiótica conmigo para sobrevivir, que el hecho de que yo muriera, y se perdiera para siempre aquel mágico lugar, cayendo todo su contenido en el olvido, incluido el.

Se percató de mi debilidad, y me ilustró contándome lo que ocurría cuando perdía el control de mi cuerpo y me sumía en tinieblas. Hicimos un trato.

El cuidaría de mi cuando yo no tuviera control sobre mi cuerpo, si yo le llevaba con el y le sacaba de ese fatídico lugar.

Dotado de inteligencia, adaptaría mi apariencia al entorno que me rodeara con el fin de evitar males que de poseer el control, nunca ocurrirían.

Con su ayuda, llegue a la conclusión de que cada una de las consciencias se había adentrado en mi interior con el impacto del rayo, y dado que nunca apareció una tercera, dimos por supuesto, que uno de los rayos correspondía a este plano.

Por lo que pude averiguar, la personalidad que me permitía ser consciente de mi cuerpo y mi entorno provenía del plano Mechanus, pues se trataba de un ingeniero que buscaba una solución mecánica a todos los problemas, y siempre estaba desarrollando nuevos proyectos. La otra, por lo que me dijo el sombrero, se trataba de una pobre mentalidad que provenía del retorcido plano del caos, que había sucumbido a la locura.

Por suerte, era incapaz de conjurar nada.

Cuando logre salir, me expulsaron de la academia, pues el conjuro había repercutido seriamente en ella. Por lo que me dedique a aprender magia por mi cuenta, y buscar aventuras donde practicar la magia. Hoy por hoy, mas que para practicar mis conocimientos recién adquiridos, o para mantener mi conocimiento hace tiempo adquirido, busco aventuras para sobrevivir. Conozco mundo, consigo dinero, se me reconoce si hago bien mi trabajo, y aprendo la magia practicada en los lugares mas recónditos del mundo.

Esta es mi historia. Como salí del santuario de mi maestro, me lo reservo para mi. Por cierto, mi nombre es Wolvuuf, y por si tenéis curiosidad, que la mitad de mi cuerpo sea morada, la otra verde, y que mis ojos sean completamente negros y con las pupilas rojas, se debe a cierto conjuro, que salio verdaderamente mal. Si es el mismo que antes, o no, también me lo reservo para mi.

No hay comentarios: