-Ábrelo
-En ello estoy...
*ruido de papeles desgarrandose*
-¿Kymera? ¡Anda! ¡Una varita! ¡Mola!
-Como la de Harry Potter.
-Es algo más que una varita.
-Si, ya me imagino- porque me doy cuenta de un detalle al echarle una ojeada general
-¿Y que crees que hace?
-No se... ¿tira un rayo?
-Algo parecido.
-¿De verdad tira un rayo?
-¡Anda!
Y así empezó.
6 meses antes, me convertí en el señor del tiempo, como aquí indiqué. Y el día 25 de diciembre, me encontré con un instrumento igual de poderoso. Tal vez, incluso más.
A partir de ese momento, ya no solo soy el señor del tiempo. Ahora, soy capaz de someter a los objetos a mi voluntad. A partir de ese momento, mis deseos son ley!
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