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viernes, 22 de mayo de 2009

Drogas...

Esta historia trata de un combate. Una pelea constante. Una guerra contra la escoria virtual.

Al protagonista de esta historia lo conocí hace 5 o 6 años, cuando lo contrató un conocido mio. Estuvo trabajando para él.. cerca de 2 años, si la memoria no me falla.

Durante ese tiempo, apenas traté con él, pero por lo que tengo entendido, nuestro protagonista era un guerrero formidable, y no perdió ninguna de las batallas que libró. Algo perfectamente encomiable, pues he conocido a muchos guerreros y combatientes como él, trabajando para mi o para otros, y he visto como muchos caian estrepitosamente.

La guerra que libramos no la podemos ganar... Son demasiados... Su número crece día a día... Pero estamos obligados a combatir... Es el precio que nos toca pagar por el modo de vida que hemos decidido vivir.

En un trato sin igual, entre el conocido mio, y un conocido en común de ambos, nuestro protagonista cambió de jefe, y se puso a trabajar para la otra parte del trato.

Tras un lavado de cara, tuvo una vida relajada, sin demasiado esfuerzo, después de haber tenido que dar de si lo máximo. Se dedicaba a otras cosas, y no participaba en combates, peleas, o batallas. Y mucho menos en guerras.

Pero por desgracia, los buenos tiempos muchas veces duran poco. Su nuevo jefe al cabo de cerca de 1 año, dejó de requerir sus servicios, con lo que entre yo en el trato, pues tenia un gran concepto del guerrero. El ya no tenia trabajo, y yo, debido a ciertas circunstancias que no vienen al caso, precisaba a alguien como él. El resultado fue que en menos de 1 dia estaba trabajando para mi.

Le comuniqué mis necesidades y su trabajo, y lo prepare a conciencia. Desde el primer dia, estuvo plantando cara y combatiendo como nunca.

Muchos de mis semejantes, se sorpredian cuando veian a mi guerrero. Para ellos, todo guerrero debia poseer una poderosa armadura. Con lo que ello implica. Una gran armadura es pesada, y no permite al guerrero hacer su trabajo con comodidad, y por norma general, las heridas que los matan, son debidas a golpes tan poderosos que ni la mayor de las armaduras son capaces de pararlos. Por esa razon, mi guerrero no poseia armadura. Nada, nunca.

En algunas ocasiones, cuando volvia de la batalla, le hacia una inspección completa, pero no lo cargaba con una pesada armadura que estorba mas que protege.

Esta historia no va de una cruda guerra donde existen 2 bandos cuyo unico objetivo es destruir al contrario. No. Esta historia tiene el transfondo de una vida, una ciudad, un pais, un planeta invadidos por agentes del mal. Hay trabajos que hacer, y algunos implican ponerse en riesgo ante estos agentes del mal. Y para esos trabajos, contratamos a quienes contratamos. En el caso de nuestro protagonista, ademas de ello, era un ejemplar guerrero.

Como he comentado antes, esta guerra no se puede ganar, y practicamete ninguna batalla con los agentes del mal. Muchos de mis semejantes, equipan a sus trabajadores con armaduras completas. Pero la unica batalla que no se puede perder, es aquella que nunca va a librar.

Yo no enseñe a mi guerrero a defenderse. Yo no enseñe a mi guerrero a destruir a los agentes del mal. No sirve de nada. Hoy destruyes a uno, y en menos de 10 minutos hay otro que lo sustituye. Mi objetivo era que mi guerrero hiciera su trabajo lo mas rapido y bien hecho posible, y su unica defensa sería pasar desapercibido. Evitar combates y batallas desequilibradas.

3 años. 3 años ha estado trabajando para mi. En esos 3 años, solo 1 vez volvió tras haber disputado una batalla. No la había podido evitar, pero consiguió volver. Estaba malherido. Veneno corría por sus entrañas. pero ¡ay!... No hay ningún veneno que no pueda eliminar.

Cure a mi guerrero, y al día siguiente volvía al trabajo. Continuó trabajando para mi, demostrando que sus años e este mundillo no le pasaban factura, y que el tándem que habíamos creado él y yo rivalizaba con otros grupos de guerreros más jóvenes. Pasaron los días, los años, y aunque no me lo dijo, lo noté en el. Estaba demasiado saturado, demasiadas cosas a tener en cuenta, demasiada carga.

Llegamos a un acuerdo. Le eliminaría la carga, lo prepararía de nuevo, pero él tenía que estar dispuesto a empezar otra vez de nuevo. Por supuesto, aceptó sin problemas. Comenzamos el lavado de cara. Actualizamos su equipo y formación con lo último del mercado. Vista nuestra estrategia y lo bien que nos había ido, decidimos seguir igual de cara al futuro.

Pero una noche, ocurrió lo impensable, lo inimaginable. Yo debía mantenerme despierto, con lo que conseguí suministros de una droga. Ya la había probado antes y sabia cuales eran sus efectos en mí, y que era la adecuada. Por lo que había podido comprobar otras veces, a diferencia de mi, mi guerrero, nuestro protagonista, no parecía tener problemas en quedarse una o varias noches sin dormir, con lo que no necesitaba nada. En un descuido, parte de la droga que iba a necesitar durante la noche, cayó en manos de mi guerrero. Bueno, no en manos, sino directamente en su interior.

Para evitar males mayores, sin saber como iba a reaccionar, lo dejé inconsciente. Espere un rato a que pasara parte del efecto, y lo desperté. Parecía no haber sufrido consecuencias, ni estar afectado, con lo que con orgullo, le felicité.

Volvimos a casa, y le mande otro trabajo, que cuplió sin probleas. Parecia que la droga no era más que historia. Una anecdota que contar a los amigos.

Nos surgió una neesidad de trasladarnos temporalmente, como ya habiamos hecho a lo largo de 3 años, con lo que sin preocupaciones, caminamos hacia adelante. Mi guerrero se comportaba dignamente, como siempre, demostrando que se mantenia en forma a pesar del paso de los años, compitiendo con guerreros más jovenes y poderosos. Todo funcionaba a la perfección.

Terminamos nuestro trabajo. Volvimos a casa.

Mi guerrero sufrió un infarto. He intentado curarlo, he buscado el problema, lo he abierto en canal para tratar de que vuelva a las andadas. Su corazón esta bien. Su cerebro esta bien... Pero es incapaz de ver, ni de comunicarse. A los 5 minutos, se desploma, no puede mantenerse en pie. En dos momentos ha cobrado la lucidez, pero ha sido trasladarlo a la cama para que descanse, y ha vuelto a caer. Me entristece. He pasado muchas experiencias con él. Buenos y malos momentos. çmomentos de risa, y momentos de tristeza. Con él me atreví a dar un gran paso en mi vida.

Pero temo que a todos nos llega la hora. He hablado con sus antiguos jefes. Temo que la unica solución es extraer sus recuerdos para que no se pierdan en el tiempo como lagrimas en la lluvia (citando una frase celebre de una pelicula). Lo siento, pero le pese a quien le pese, he de mirar hacia adelante. No puedo quedarme bloqueado. He de buscar a otro guerrero. Y dejar que este, duerma, para nunca despertar.

Hoy he salido a buscar mientras procesaba la extraccion de sus recuerdos. Me ha gustado especialmente un guerrero. He vsto a otros como él. Se caracterizan por lo mismo. Todos comen manzanas...

In Memoriam:
Portatil Amilo M1437G by Fujitsu-Siemens.
Resquiescat in pace.

De como vivio y murio por causa de un RedBull que se me cayó encima.

1 comentario:

Sure dijo...

Una forma poética de describir el trágico suceso que terminó por derribar a un pobre Fujitsu....

Por lo que veo ahora pasarás a ser un mac user...
omg